No es que hayamos descubierto nada, de hecho esta forma de enseñanza existe desde que el hombre está en la tierra. Los bebés aprenden al igual que si estuviesen en sus casas escuchando a sus mamás o papás, copiando y gesticulando igual que si viesen a sus progenitores. Esos sonidos se quedarán registrados en sus pequeños cerebros y cuando comiencen a desarrollar el habla y a gesticular, nos daremos cuenta de que la enseñanza del inglés ha venido como “debajo del brazo” para ellos. Por supuesto esto no se logra en dos sesiones, ni en cinco meses, ni siquiera en dos cursos, nosotros estamos instalándoles los conceptos y sonidos. Cuando el niño de 2-3 años empiece a hablar, tendrá todo lo que ha aprendido en su cabeza y le será más fácil desarrollarlo a lo largo de los siguientes años. El inglés se ha convertido en una herramienta fundamental en cualquier sector de nuestras vidas; para dominarlo existen miles de métodos, algunos de ellos bastante pintorescos y muy modernos o sofisticados, aunque estamos convencidos de que, sin duda la forma más simple y poderosa de pasar la cultura, la enseñanza y el aprendizaje de una lengua, es la que ha existido siempre, el contacto directo y, sobre todo, lo antes posible. Contamos con varias guarderías en Sevilla, Espartinas, Bormujos, donde impartimos las clases en su horario matinal a los más pequeños.